La llegada a Bangkok es muy sencilla, pero hay que tener en cuenta que tiene dos aeropuertos. Si llegáis desde España, llegareis al Aeropuerto Internacional de Suvarnabhumi («Tierra Dorada» en la traducción literal), inaugurado en 2006 y con unas dimensiones realmente impresionantes, equiparable al aeropuerto de Dubai. Este es un aeropuerto bastante moderno que se creó ya que el antiguo aeropuerto se había quedado pequeño y obsoleto. Suvarnabhumi se encuentra a unos 25 km de la ciudad, lo que supone un mínimo de 30 minutos para llegar, siempre que no haya tráfico denso o atasco, yo recomiendo decirle al conductor (por cierto, en Tailandia conducen al revés que nosotros) que vaya por la autopista. Generalmente el precio de los taxis desde, o hacia, el aeropuerto esta cerrado y no se puede regatear; lo normal son unos 400 bahts, unos 9,50 EUR. Lo tienen bastante bien montado en el aeropuerto, ya que casi no hay cola y hay gente que te ayuda con el taxi, es recomendable enseñarles a los conductores en un mapa dónde está vuestro hotel o residencia, ya que Bangkok es tan grande que muchos sólo conocen las principales calles y no saben dónde están las más secundarias, por lo que os puede hacer perder un poco de tiempo hasta que os aclaréis. El nivel de inglés de los conductores de taxis es bastante limitado, pero lo suficiente para entenderse, son gente educada y serviciales. La mayoría de los taxis llevan una bombona de gas en el maletero (algo muy habitual en los países en vías de desarrollo) por lo que si lleváis mucho equipaje es muy normal que parte del mismo lo debáis poner con vosotros o en el asiento del acompañante.
Hay muchos tipos de taxis, más viejos y más nuevos, abundan los que son de color rosa (no son sólo para mujeres como en algunos países musulmanes, simplemente son de ese color) y todos valen igual. Las autopistas, generalmente, son elevadas y hay varios pisos o niveles, ya que algunas son más caras que otras, todo es como bastante futurista para lo que nosotros estamos acostumbrados, pero no olvidemos que Bangkok es una gran ciudad y el tráfico suele ser complicado, además el suelo es blando y húmedo, por lo que se construye mucho en altura. Los precios de los taxis incluyen los peajes de las autopistas, es raro que os intenten timar, pero nunca se sabe.
Al llegar también podéis tomar el metro (también elevado) que en Bangkok le llaman SkyTrain BTS, es barato, rápido, con aire acondicionado, bastante bueno y moderno; lo malo es que sólo tiene dos líneas, el tren al aeropuerto se llama el Airport Link. Todas las grandes compañías aéreas tienen conexión con Bangkok, por lo que podréis encontrar vuelos sin problemas, algunas de las mejores son Emirates (escala en Dubai) y la Thai (vuelo directo) con fama de ser una de las mejores líneas aéreas del mundo. Por supuesto de lo primero que veréis nada más salir del aeropuerto será la cara del rey Rama IX (nombre real Phra Chaoyuhua Bhumibol Adulyadej) y de su esposa en la fachada acristalada, además de un gran arco dorado sobre la autopista del aeropuerto con el rostro del monarca.
Quizás lleguéis a Bangkok desde otro país asiático, ya que este aeropuerto es un gran núcleo de comunicación y de intercambio de pasajeros en todo el sudeste asiático. Bangkok está unido por aire con todas las principales ciudades de la zona, y hay varias compañías low coast que hacen los enlaces. Por eso muchas de estas compañías más pequeñas son las que se han quedado en el viejo aeropuerto, éste se llama Don Mueang y está un poco más cerca de la ciudad. Aunque es un aeropuerto más antiguo, sigue siendo bastante grande y fue el principal aeropuerto de la capital hasta hace muy poco. Su ritmo es también bastante intenso y de él parten los aviones de AirAsia, una de las low coast más importantes de la zona, muy recomendable para recorrerse el sudeste asiático; otra compañía similar es TigerAir. Don Mueang tiene el típico aspecto de un gran aeropuerto anclado en los `70/ 80′, pero su funcionamiento es bastante bueno. Igual que ocurría en Suvarnabhumi se puede llegar o irse mediante taxi, el precio en este caso es un poco inferior ya que está más cerca.
Una cosa que hay que tener en cuenta es que hay muchos viajeros que llegan desde Occidente hasta Suvarnabhumi con los vuelos internacionales, pero sin embargo los vuelos asiáticos para conocer cualquier otro destino de la zona, pueden salir de Don Mueang; por lo que hay que controlar muy bien los intervalos de tiempo entre unos vuelos y otros, y saber que siempre es mejor ir con tiempo al aeropuerto, al menos dos horas antes del despegue del avión; así como no equivocarse de aeropuerto y no presentarse en el que no es. Para ir de un aeropuerto a otro no es necesario volver a Bangkok, la autopista conecta ambos, por lo que no se tarda demasiado, pero ojo con el tráfico.
Una buena forma de moverse por la ciudad es en un curioso medio de transporte llamado tuk-tuk, una especie de motocicleta a la que se le añade un pequeño carrito en la zona trasera. Los tuk-tuk son muy económicos y cómodos para moverse por la ciudad en distancias no muy grandes, no nos servirá para ir al aeropuerto, su máxima velocidad es menor a la de un coche. Pero sin embrago son muy buenos para esquivar calles atascadas, para ir disfrutando de las vistas de la ciudad desde un lugar cómodo y fresco y para vivir una experiencia bastante especial. Los tuk-tuk los hay a todas horas, los conductores chapurrean inglés (de nuevo es recomendable enseñarles en un mapa el lugar exacto dónde queremos ir) y si llueve, tienen unos toldillos de plástico para que no nos mojemos, algo importante en la época húmeda (monzón). Estos curiosos medios de transporte no tienen taxímetro, por lo que hay que regatear y dejar fijada una cantidad antes de montar, suelen ser económicos, pero lo máximo a pagar por un tuk-tuk son unos 200 bahts (4,70 EUR).
La mayoría de los países occidentales, por su puesto también los de la UE, no necesitan de un visado para entrar en Tailandia, pudiendo estar en el país un tiempo inferior a 30 días; únicamente te ponen un sello en el pasaporte al entrar y debes haber rellenado un pequeño formulario (es recomendable hacerlo en el avión antes de aterrizar) que se quedan cuando entras. Como suele ser habitual en estos casos, debes conservar otro pequeño formulario que debes entregar al irte. Este proceso deberás hacerlo tantas veces como entres o salgas del país, puede ser un poco tedioso si usas Bangkok como centro de operaciones para recorrer varios países de la zona. Si se tiene pensado estar un periodo mayor a esos 30 días, la cosa cambia y sí es necesario hacer papeles y permisos, por lo tanto es recomendable ponerse en contacto con la embajada de Tailandia en nuestro país. Según parece, el gobierno tailandés se está poniendo bastante duro con los extranjeros que llegan a Tailandia y que pretenden quedarse allí un tiempo dilatado, muchos años o para toda la vida. Al parecer cierto número de extranjeros, sobre todo australianos, han ido llegando en los últimos años al país y se han ido quedando. Es bastante habitual oír la frase «vine para una semana y ya llevo varios años. Aquí encontré el paraíso». Y es que muchas zonas costeras de Tailandia son paraísos terrenales, y así, algunos de los lugares más famosos son las playas de Puket, Krabi, la isla de Koh Samui o las islas Phi Phi, entre otros. Además ciertas películas como La Playa (2000), con Leonardo Di Caprio como protagonista, o el marketing que hacen ciertas agencias turísticas o guías de viajes, en las que se hace publicidad de la James Bond Island, que es la playa que sale en la película 007 y el Hombre de la pistola de Oro (1974), cuyo nombre real es Koh Tapu, han hecho que en muchos turistas haya un sentimiento romántico idealizado sobre la vida en las costas tailandesas. Para evitar esto, las autoridades han comenzado a poner más pegas y trabas burocráticas.
La moneda tailandesa es el BAHT, y 1 EUR son 4,90 bahts aproximadamente. Es importante cambiar dinero en moneda local nada más llegar, ya que desde que salgamos del aeropuerto lo necesitaremos. No es habitual que acepten ni euros ni dolares, los tailandeses están muy orgullosos de su historia y personalidad (han sido los únicos que no fueron invadidos por ninguna potencia imperialista occidental en el pasado), por lo que la única moneda usada allí es la suya. De cualquier modo los puntos de cambio de divisas abundan. Pagar con tarjeta en Bangkok es habitual, en otros lugares no tanto. Para comprar en mercados o en algunos centros comerciales se suele usar el efectivo, no la tarjeta, y por otro lado hay que tener bastante cuidado en no pagar con tarjeta en cualquier sitio, puedes ser víctima de algún delito de copia de tu tarjeta.
Bangkok es una ciudad con una enorme oferta hotelera. Dependiendo del presupuesto de cada uno, se puede optar por un tipo de alojamiento u otro. Desde un Four Seasons en la mejor zona de la ciudad, hasta un hostal de mochileros en la calle Khao San Road, cada lugar tiene sus elementos positivos o negativos. Si optáis por un alojamiento modesto, lo encontrareis sin problemas en la susodicha calle, la cual está muy céntrica, bien comunicada y con abundantes cibercafés y bares nocturnos. Si vuestro estilo es otro, solamente tenéis que teclear en internet para poder encontrar un alojamiento dentro de vuestras posibilidades dentro del amplio abanico tailandés.
Imágenes propias
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