Cinco ciudades donde vivir la Navidad

La Navidad y el invierno son, sin duda, un momento estupendo para viajar y conocer mundo. Hay mucha gente que el frío lo ve como enemigo del turismo urbano, pero no es así; un sol radiante no es necesario para ver las maravillas de algunas ciudades con una rica vida cultural y en las que, además, la Navidad les da un encanto especial. Una bufanda, un gorro y un buen calzado es lo único que os hace falta para conocer en estas fechas, alguna de las cinco ciudades que os propongo.

Lisboa

La capital europea más occidental es un tesoro poco conocido por muchos españoles. Aunque sea nuestro vecino y cohabitante de la Península Ibérica (muchos se olvidan), Portugal es el gran desconocido con excelentes atractivos por descubrir. Llegar allí es muy sencillo, hay una buena red de autopistas que unen ambas capitales en unas 6-7 horas, y si comenzáis el camino desde otra parte de España, las carreteras son bastante directas. Por otro lado el aeropuerto de Lisboa se encuentra increíblemente cerca de la ciudad, y allí los taxis son más baratos que aquí, por lo que en poco tiempo y por poco dinero te puedes plantar en el centro; a esto hay que sumarle que casi todos los portugueses entienden bastante bien el español, no se puede pedir más.

plaza do comercio

Lisboa no es una capital cara y la oferta es bastante buena. Hay hoteles económicos en el centro, pero si queréis algo más elitista, como en cualquier otra capital europea, no tendréis problemas en encontrarlo; mi recomendación es que si vais varias personas no dudéis en alquilar un apartamento, y si sois jóvenes y buscáis diversión la zona del Chiado o Barrio Alto es la mejor.

Aunque la ciudad sufrió un devastador terremoto en el siglo XVIII (cuyos efectos llegaron a notarse incluso en Madrid) con un posterior incendio que destruyó más de la mitad de la ciudad, Lisboa cuenta con excelentes monumentos. Tras esa catástrofe se le encargó al Marqués de Pombal, hombre de gran cultura, que crease un plan para reconstruir y renovar la ciudad. El espíritu ilustrado de éste, le llevó a diseñar un nuevo centro urbano reticular con una serie de plazas consecutivas como espina dorsal. A pié del río Tajo se encuentra la primera, llamada Plaza del Comercio; en este lugar se alzaba un impresionante palacio renacentista creado por nuestro rey Felipe II, el cual también fue rey de Portugal después de que su padre, el Emperador Carlos V, se casase con Isabel de Portugal. Por desgracia el terremoto destruyó toda la construcción, pero en el solar se hizo una bella plaza que en Navidad suele estar muy bien decorada con un gran árbol. Cerca de esta plaza se encuentra otra, llamada Del Rossio, en donde hay una de las estaciones de tren más bonitas de Europa, pequeña de tamaño pero con una bella decoración Neo manuelina (el Manuelino es el estilo arquitectónico característico del país, “semejante” al gótico y creado por el rey Don Manuel en el siglo XV).

A parte de esta zona central de la ciudad, es muy recomendable ver la zona alta, siendo también un lugar perfecto para cenar y salir a bailar y a beber algo la noche del 31 de diciembre. Igualmente recomendable es coger el transporte público (tranvía o metro) para llegar hasta el Monasterio de los Jerónimos de Belén, una de las joyas del Manuelino y cuya bóveda de telaraña tuvo que ser concluida por un español ya que los ingenieros portugueses no conseguían que no se cayera; cosas de la vida.

 Londres

La capital inglesa en una de las ciudades más antiguas de Europa, la Londinium romana es hoy una urbe populosa y enorme en donde todo tiene cabida, allí la Navidad es muy especial. Esta ciudad es cara y la comida es mala, no nos engañemos; el metro viejo y con ratas, pero funciona estupendamente y además es muy rápido, siendo este el mejor modo para moverse. Para los amantes de los museos es sin duda una ciudad para poder disfrutar, todos los nacionales son gratuitos, se puede dejar un donativo al entrar. A parte de los más característicos, como la National Gallery, el British Museum o la Tate, también hay otros muchos que son pequeños y menos conocidos pero muy interesantes, como por ejemplo la Wallace Collection, La casa de Soane o el imponente Victoria and Albert.

tate modern

Para los amantes de la arquitectura contemporánea también es una ciudad en la que ver excelentes ejemplos de los mejores arquitectos high tech internacionales, entre otros están Norman Foster (nuevo ayuntamiento, Puente del Milenio, Swiss Re), Rogers (Edificio Lloyds, Cupula del Milenio) o Herzog y deMeuron… ( la Tate, el conservatorio Laban). Londres también es un sitio perfecto para las compras y pasearse por los mercados de Portobello o Candem supone un complemento genial a la mítica Oxford Street y sus grandes almacenes y tiendas varias.

Munich

La capital del Estado de Baviera es una de las ciudades más ricas de Alemania, y eso se nota. Es una ciudad señorial, bastante refinada y con una vida cultural muy interesante, supone un perfecto destino para el frío.

baviera  Hace siglos, antes de la unificación alemana (1871), era la capital del pequeño y próspero Reino de Baviera, y uno de sus reyes más importantes fue Luis II, popularmente conocido como el rey demente, aunque de loco no tenía nada. Este hombre fue primo de Sissi, Emperatriz de Austria, con la que se dice que tenía una peculiar relación, aunque está demostrado que Luis estuvo bastante más interesado en Wagner, en todos los sentidos, que en cualquier mujer. Fue el gran protector del famoso compositor y músico, hasta que Luis II murió de un modo bastante sospechoso al ahogarse en un lago cercano a su más famosa y caprichosa creación, el Castillo de  Neuschwanstein.

Dentro de Munich hay muchos monumentos y museos importantes que ver. Se puede comenzar por la Plaza del Ayuntamiento, siendo éste bello edificio neogótico del siglo XIX con un famoso restaurante en sus bajos en donde el plato estrella es el codillo, por supuesto. No lejos de allí se encuentra la Asamkirche (Iglesia de los hermanos Asam) o Iglesia de San Juan Nepomuceno, una joya del estilo rococó centroeuropeo en donde su interior nos transportará a un delirio de formas ondulantes con estucos multicolores y dorados por doquier. Siempre en el centro tenemos la llamada Residenz (palacio real), donde los amantes de la ópera no pueden dejar de entrar a ver el Teatro de la Residenz, excelente templo del Bel canto con dimensiones reducidas pero que es una auténtica obra de arte. Por desgracia fue quemado durante la II Guerra Mundial, aunque la reconstrucción posterior fue impresionante. También os recomiendo que no dejéis de visitar los museos de la ciudad, en particular las pinacotecas, nueva y vieja, y la Gliptoteca de Munich, un lugar centrado en obras de escultura antigua.

residenz

Para acabar la ruta hay que desplazarse hasta las afueras para poder ver el bellísimo Palacio del Nymphenburg (Palacio de las Ninfas) con su edificio central en estilo rococó y los distintos pabellones diseminados por los impresionantes jardines.

Nueva York

rockefeller  En Nueva York se vive la Navidad muy intensamente, y no por que así lo hayamos visto en las películas románticas. El encendido del árbol de Navidad en la plaza del Rockefeller Center marca el comienzo de la locura consumista que invade la ciudad. Éste es un punto neurálgico de la urbe, ya que cuando se creó en los años ’30, el magnate del petróleo pretendía dotar a la ciudad de una plaza central con tiendas, teatros, espectáculos… En invierno se coloca una pista de patinaje bajo la escultura dorada del centro, y en verano se sustituye por una terraza. Todo el conjunto está compuesto por 19 edificios muy interesantes arquitectónicamente al estar decorados en estilo Art Decó, como curiosidad añado que cuando en Madrid se creó la tercera parte de la Gran Vía, cuyos edificios están claramente inspirados en la arquitectura americana, se elevó el edificio Coliseum con un teatro del mismo nombre y cuyas líneas arquitectónicas recuerdan claramente al Rockefeller.

coliseum

A parte de las compras y del espíritu navideño, la ciudad es uno de los mejores lugares para aprender sobre arquitectura, principalmente la evolución desde el siglo XIX al XXI; con ejemplos de la arquitectura más clásica basada en la Antigüedad y el Renacimiento hasta la más moderna y postmoderna de los últimos años. Edificios recomendables para visitar son, además de los clásicos Empire State y Chrysler, la Capilla St. Paul, el Edificio Dakota, el Hotel Plaza, la Biblioteca Pública, el Hotel Waldorf-Astoria o el Edificio Hearst-Magazine. Además Manhattan cuenta con algunos de los mejores museos del mundo, como el Metropolitan, el MOMA, el Guggenhaim, la Hispanic Society o el recogido y exquisito museo de la Colección Frick.

La Gran Manzana será un éxito asegurado.

Salzburgo

 Salzburgo quiere decir la csalzburgoiudad de la sal y es el ejemplo de cómo una pequeña villa austriaca se convirtió con el paso del tiempo en una rica y adinerada ciudad por el comercio de ésta. A partir del siglo VIII las barcazas de sal, que venían de las minas cercanas, pasaban por la ciudad a través del río Salzach y debían pagar un impuesto, esta práctica era muy habitual en Europa durante toda la Edad Media, al igual que para poder cruzar algunos puentes en las ciudades también había que pagar un impuesto llamado el pontazgo, semejante al portazgo que se debía pagar para poder entrar en las urbes. La sal era importantísima en una época en la que no existía la posibilidad de usar el frío para conservar los alimento, por lo que la salazón era una de las pocas técnicas conocidas, así las localidades que la poseían se enriquecieron mucho.

En una zona de gran belleza natural y al pié de los Alpes podréis disfrutar de una Navidad con encanto y por un precio asequible. Los amantes de la música sabrán que fue la ciudad natal de Mozart, el gran genio de la música sinfónica, aunque curiosamente no vivió muchos años en aquí, ya que cuando comenzó a despuntar como músico se trasladó a Viena ya que sentía que en Salzburgo no era realmente apreciado; siempre se dice que Mozart le dio mucha más fama a Salzburgo que Salzburgo a Mozart.

La ciudad es muy asequible y está perfectamente preparada para que el turista la recorra a pié, no es de grandes dimensiones, por lo que es ideal para visitarla en un fin de semana largo. Se ha cuidado mucho la estética de los comercios para que el aspecto general del casco histórico se conserve y el río le da un aire muy romántico.

La catedral es uno de los lugares más importantes, fue encargada al arquitecto italiano Scamozzi ya que se pretendía crear un monumento basado en la arquitectura romana, finalmente los príncipes-obispos (modelo político muy usado en la zona durante siglos) le encargaron a Santino Solari, otro arquitecto italiano, que la finalizara, éste cambió bastante los planos originales y concluyó la obra en pocos años.

Otros sitios imprescindibles son el Castillo de Hohensalzburg, que con su gran carácter defensivo servía de residencia a los príncipes-arzobispos y domina la ciudad desde lo alto de una colina, la Abadía de San Pedro, el Palacio Mirabel con sus bellos jardines (en el centro de la ciudad) o la casa natal de W. Amadeus Mozart.

Cinco destinos ideales, cinco ciudades muy distintas entre sí, cinco lugares donde vivir la Navidad. ¿Con cuál os quedáis?

Fotos: propias, Catai, NY Times, perroviajante y lasciudaessoncreativas.

6 pensamientos en “Cinco ciudades donde vivir la Navidad

  1. Personalmente, me quedaría con Münich o Salzburgo, tienen un toque muy navideño y romántico. Pero más allá de eso, me quedo con la cantidad de curiosidades sobre arte, historia e incluso famoseo (muy interesante la historia de Luis II y Wagner) que uno aprende leyendo este blog. Enhorabuena.

  2. Yo he estado en NY en Navidad. Quizá haga falta algo más que un gorro y una bufanda (y más en inviernos como este), y desde luego un buen calzado (la ciudad es enorme), pero creo que es la mejor época (o al menos la más icónica) para visitar la ciudad. Además del famoso humo de las alcantarillas, cada esquina es un icono cinematográfico, y aunque sea demasiado comercial, el aire y la sensación que desprende la ciudad es digno de ser vivido.

  3. Habrá que vivir las demás. Conozco alguna pero no en Navidad. Recomiendo alguno de los hostales, limpios, baratos y con excelentes vistas de la Plaza Figueira de Lisboa, pegada a la mencionada del Rossio. Para quien no se haya animado a viajar, es una excelente opción para empezar. Cercana, barata y genial.
    Respecto a las centroeuropeas, no conozco Munich ni Salzburgo, pero sí Alemania y Austria en Navidad. Siendo estas o cualquier otra, son un magnífico destino para las fechas navideñas. El encanto de las ciudades alemanas en Navidad es mayor con sus típicos mercados navideños, que sólo están hasta el día 24, por lo que es una buena opción para visitarlas sin perder la ocasión de estar en los días más señalados con la familia.
    Para fin de año, añado a las recomendaciones de Jaime la ciudad de Viena. Pude pasar una nocheviaje allí y lo recomiendo sin duda. La ciudad es y está preciosa en esa época, muy auténtica, y acabar el año con un concierto de música clásica o empezarlo bailando el típico vals mientras nieva a las 00:01 en la Stephansplatz junto a la catedral no tiene precio.

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