El año del Greco

logo  En este año 2014 se cumplen 400 años de la muerte de Domenicos Theotocopoulos, más conocido por todos como El Greco, y por ello son varias las instituciones culturales que se han lanzado a proyectar exposiciones temporales en relación a la obra artística de este hombre que no solo fue pintor, si no también escultor, diseñador y casi arquitecto; digo casi ya que aunque nunca diseñó ningún edificio, siempre le llamó poderosamente la atención y la estudió en profundidad.

Domenicos nació en Candia, la capital de Creta, en el año 1541, y murió en Toledo, la llamada Ciudad Imperial, en el 1614; hace 400 años. Aunque su origen es griego, y a pesar de que Creta era una colonia veneciana en aquella época, siempre se ha sentido al Greco como un pintor español; siempre hubo un auto-apropiamiento de él, y es considerado por todos como uno de los grandes genios de la pintura española, probablemente porque la mayor parte de su vida la pasó aquí. Esta moda de hacer sentir que El Greco era español nació con el siglo XX, poco tiempo después de que, en el siglo XIX, fuera redescubierto y admirado por los pintores de vanguardias tras siglos de olvido. El expresionismo vio en sus formas y anatomías estilizadas una estética que les impresionó, y esa estética es aún hoy en día la seña de identidad del pintor. En Creta aprendió a pintar dentro de la tradición del arte bizantino y de los iconos, aunque se cree que él y su familia debían ser católicos y seguramente trabajasen en el ámbito del poder colonial de la República de Venecia. Siendo joven y muy poco conocido se fue a Italia, en donde entró en contacto con los mejores pintores de la ciudad de los canales. Muchas veces se ha dicho que estudió con Tiziano, pero lo más probable es que lo que aprendiera allí lo hiciera desde fuera del taller de este maestro; y no solo éste le influyo, ya que Tintoretto o Veronés también fueron referencias para él en lo que se refiere al color, al estudio de la anatomía y a la técnica del óleo. De su primera época hay un pequeño cuadro de La adoración de los magos que se encuentra en el Museo de la Fundación Lázaro Galdiano y que nos habla de un Greco joven y aún poco famoso, pero si comparamos esta pieza de juventud con otra de la época plena del artista, que se encuentra en el mismo museo, vemos que desde muy pronto fue un gran conocedor del color.

san francisco lazaro

El Greco, tras viajar por el norte de Italia, decide detenerse en Roma, en donde vivió un tiempo con el cardenal Alejandro Farnese quien le introdujo en la sociedad más culta de la ciudad, entre los que había algunas personas de España. No debió conseguir grandes encargos y únicamente tenemos algunos retratos pequeños de este período, por ello decide emigrar en 1577. Siempre se ha dicho que se fue a Toledo (tras pasar por Madrid) al ser una de las ciudades más importantes de la corona y para intentar acercarse al rey Felipe II que estaba ocupado en la decoración de San Lorenzo del Escorial. El Greco consiguió que el rey le hiciera un encargo, el cuadro titulado El martirio de San Mauricio y la Legión Tebana, pero que parece ser que no debió gustar demasiado al monarca y lo vio como poco devocional. Tras esto las órdenes religiosas de Toledo, las iglesias de esa misma ciudad y la aristocracia local fueron sus principales clientes, para los que creó retratos y gran cantidad de retablos en los que también diseñaba la parte arquitectónica. A pesar de algunas disputas legales (nueve) con clientes, principalmente por no llegar a acuerdos en los precios de los cuadros, la vida del Greco fue tranquila. Tuvo un hijo llamado Jorge Manuel Theotocopoulos (1578-1631), fruto de una relación amorosa fugaz con Jerónima de las Cuevas, una mujer de la artesanía local, el cual también fue pintor aunque sin el éxito del padre. El Greco murió en abril de 1614 sin dejar testamento, aunque los expertos aseguran que no habría mucho que dejar ya que por todos es sabido que el nivel de vida que llevaba era bastante más alto que los ingresos que tenía.

Una de esas muestras excepcionales sobre El Greco en este año, probablemente la mejor, sea la que tiene lugar en Toledo, más concretamente en el Museo del Hospital de Santa Cruz, en donde serán reunidas más de 100 obras del Greco de más de 29 ciudades. El título es El Griego en Toledo, y desde el 14 de marzo de 2014 será una de las grandes bazas para visitar la ciudad imperial, el diseño de la exposición ha sido realizado por la arquitecta María Fraile con montaje a cargo del estudio Empty. Y es que aunque parezca mentira nunca se ha realizado una exposición sobre El Greco en Toledo, sorprendente teniendo en cuanta que es conocido mundialmente y se han organizado exposiciones sobre su obra en todo el mundo. En 1902 fue el Museo del Prado el que hizo la primera retrospectiva de este artista y desde entonces su nombre ha sido sinónimo de calidad. Pero esa carencia tiene sus días contados ya que de marzo a junio tendrá lugar esta muestra. No solo en el Hospital de Santa Cruz, también en la Sacristía de la Catedral de Toledo, la Capilla de San José, el convento de Santo Domingo el Antiguo, la Iglesia de Santo Tomé y el Hospital Tavera serán lugares en donde el visitante podrá disfrutar de las obras del maestro in situ, ya que estos espacios cuentan con piezas suyas en los lugares originales.

El Griego en Toledo comienza exponiendo la obra más temprana del Greco desde sus orígenes pictóricos en Creta, pasando por las etapas de Venecia y Roma hasta llegar a nuestro país. También se podrá ver en la exposición su faceta de gran retratista, el género que más fama le dio, así como la importancia que él le daba a la divulgación de su obra con los libros de estampas, medio que le ayudó a ser conocido en toda Europa y que fomentó la difusión de su peculiar estilo. Además también se podrá ver cómo en España desarrolló una labor multidisciplinar para la época, ya que él diseñaba las escenografías de los retablos y las esculturas y los lienzos de los mismos, haciendo así que su genio artístico se transformase hacia un pluralismo casi absoluto.

posible autorretrato

Este mismo año otras exposiciones también tendrán el honor de centrarse en este pintor universal, algunas son:

– Toledo Contemporánea. Del 21 de febrero al 14 de junio. Se celebrará en el Centro Cultural San Marcos y tratará sobre la imagen de Toledo en el siglo XXI. Contará con la participación de 12 destacados fotógrafos contemporáneos.

– La Biblioteca del Greco. Del 31 de marzo al 21 de junio. El Museo del Prado acogerá una muestra que contará con más 110 volúmenes que el pintor de Creta tenía en su biblioteca.

– El Greco y la pintura moderna. Del 24 de junio al 5 de octubre. Exposición prevista en el Museo del Prado donde se mostrará la importancia que tuvo redescubrir su pintura. El objetivo es ver la influencia que su obra tiene en el origen de la pintura moderna, comenzando por el impresionismo hasta el cubismo y el expresionismo.

– Entre el cielo y la tierra. 12 miradas al Greco. Del 5 de junio al 31 de agosto en el Museo Nacional de Escultura de Valladolid y de septiembre a noviembre en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid. Tratará sobre las obras de 12  pintores españoles actuales a través de las cuales se mostrará la influencia del griego.

– El Greco: Arte y Oficio. Desde el 8 de septiembre al 9 de diciembre. Reunirá, en el Museo de la Santa Cruz de Toledo, obras del artista que nunca se han expuesto en España. Permitirá comparar diferentes versiones de pinturas como El Expolio, San Francisco o La Crucifixión, entre otras. Se trata de un acontecimiento único, ya que reunirá cuatro Apostolados del pintor en una misma ciudad.

Imágenes: Wikipedia, flg.es

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s